Fabulación de archivos. Restos de una opacidad

El desastre crea una apertura. Es entonces cuestión de entrar y salir por los lados del tiempo.

Este es un recorrido desde las entrañas que piensa el pasado desde el cuerpo, desde el cine, desde la poesía, desde el alma. Imágenes latentes, que respiran el aire de otro tiempo, pensando y fabulando sobre lo que no se ha vivido pero que está presente en las carnes. Un pasado suspendido que se puede soñar y recomponer de maneras alternativas. Miradas estoicas que reclaman lo que nunca se perdió porque fue siempre suyo. Desde los rincones que recuerdan lo que pasó con una mano delante y otra detrás. La fabulación potencia el dislocamiento deshumanizante para centrar, en la pulsión de vida, el retorno de una humanidad. Lo que quedó escondido sale a la luz para iluminar el sendero hacia un presente perfecto. Un cambio de ruta para poder buscar las semillas perdidas, aniquiladas por la azada que escarba en busca de oro y plata.  

Un cine poroso, acumulativo y translúcido. Una arqueología sin estratos, y sin carbono 14. Hechizos trans-históricos que se leen en las rocas, en el agua que se seca, en los pocos árboles que quedan en pié, en la celulosa amontonada en los archivos, los trazos de los que estaban, las intenciones de los que llegaron y robaron. Una membrana ancestral construida a base de imágenes imbuidas por una mitología siempre real, siempre presente y contemporánea. Recordar inconscientemente, pensar con el cuerpo y sentir con la mente. Leer las notas al pié, las notas suplementarias, las acotaciones, y cerrar los ojos para quedarse dentro del agua. 

Saber no es compartir. Conocimiento es robar. Adueñarse del otro se convierte en una estrategia, una sed insaciable de progreso, de añadir una cosa sobre otra, con alevosía y sin capacidad de dar marcha atrás. Dislocamiento como forma. Un dispositivo que quiebra aquello que se presenta como único, transparente y monolítico, evidenciando la negación impuesta sobre simultaneidad y la multiplicidad de los tiempos. Un desvío y un experimento de métodos imprevistos, de modo fugaz y efímero, que activa expresiones fractales de sensibilidades que se reagrupan y toman formas inéditas. Objetos que susurran desde los anales de la historia invitando a una escucha profunda desde dentro en vez de desde fuera. Transposiciones, aumentos, objetos con alma que asumen maneras espectrales, potencias que trastocan la cotidianeidad y sugieren dimensiones paralelas, agujeros que enuncian la yuxtaposición de una temporalidad sin reloj, capas del afecto marcadas por ciclos en donde no hay un centro sino una expresa voluntad de dejarse dirigir por la asamblea, el conjunto, la multitud de las existencias y el coro. Dislocamiento para re(in)gresar a un mundo fuera del mundo. Aquí nos encontramos, no podemos deshacer lo que se ha hecho, solo recomponer y contemplar desde las huellas de una opacidad lleva de firmamentos paralelos, con sueños íntimos. 

el esfuerzo es por desviar y apartar la mirada
Saltar por encima la tragedia de la representación 
Seducir la mirada y forzarla a dudar del orden fijo del mundo

Aura Latente / intento de encontrar indicios pequeños, efímeros, o detectar latidos de poesía. 
En fin, recordar la belleza. Activarla constituye un acto micropolítico
Ticio Escobar

¿Qué se necesita para contar una historia para aquellos que soportan la larga dureza de la desposesión y la condición aparentemente interminable y no aliviada de la fugacidad? 
¿Cómo se puede representar la violencia continua y recurrente? 
La cronología esquemática y las líneas de tiempo imperiales no proporcionan un método y, lo que es peor, tratan de enmascarar y naturalizar el terror y la muerte 
¿Cómo podemos captar la importancia del afecto en la conformación de la historia, así como en su aprehensión? 
Saidiya Hartman

  • Cuerpo presente: Lo que se hunde resurge en la superficie de los sueños. El cuerpo recuerda y el tacto revela las huellas de un pasado suspendido. Desde pasados compuestos hay una llamada coral de resistencia continua. Para imaginar un futuro hay que poder reinventar lo que pasó y lidiar con lo que quedó escondido en el alma.  Apparition (2019) by Ismaïl  Bahri, and Urpean Lurra (2019) by Maddi Barber. 
  • Cambio de ruta: Encuentros sensibles que despiertan el deseo latente. Un intersticio temporal de miradas estoicas, de estructuras sensibles con ansias de cambio. Afrontando la realidad con la corporalidad insaciable que todo lo puede. Lo que viene ya llegó hace tiempo, solo necesita espacio para brillar. Al motociclista no le cabe la felicidad en el traje (2021) by Gabriel Herrera, and La Nave (2021) by Carlos María Romero.
  • Cine epidérmico: Gestos que resuenan en el tiempo a través de las fibras del papel y los poros de la piel. Filamentos de memoria entretejidos que desaparecen y reaparecen entre presentes, pasados y futuros. Detalles con definición precisa, esbozados con la yema de los dedos. Una membrana cinematográfica que regula y absorbe filtrando lo que pasó y lo que se viene. Historia desafiada por la mitología y la ancestralidad. Pictures of Departure (2018) by Faraz and Parastoo Anoushahpour, Apiyemiyekî? (2020) by Ana Vaz, By and by some traces remains (2015) by Kitso Lynn Lelliott, and Spit on the Broom (2019) by Madeleine Hunt-Ehrlich.
  • Memoria implícita: Recordar lo que pasó en las propias carnes, al hacer una tarea diaria. Una memoria inconsciente que registra lo que los libros de historia dejan en una nota al pie. Pensar con el cuerpo y sentir con la mente. Un proceso al revés que nos muestra las consecuencias de los proyectos de liberación sin terminar, anhelos de libertad sesgados por la garra colonial. De mar a mar, una marea de pérdida y mercantilización de lo natural y lo humano. Golden Jubilee (2021) by Suneil Sanzgiri, To Pick a Flower (2021) by Shireen Seno, My Story, no doubt, is me/older than me (2015) by Kitso Lynn Lelliott, and Viewfinder (2020) by Crystal Z Campbell. 
  • La semilla desaparecida: Lo que se teme se domestica y se despoja de misterio para poder dominarlo. Una montaña llena de secretos se convierte en una torre de comunicaciones y las manos sabias que los tejen pasan a ser herramientas de producción de la industria turística. El mundo natural y espiritual transmutan para convertirse en materia prima al enredarse en la maraña del imperio. To Pick a Flower (2021) by Shireen Seno, Saturday Afternoon (2020) by Anina Major, and Tellurian Drama (2020) by Riar Rizaldi.
  • Objetos pensantes: Una piedra no es solo una piedra inerte. Es un centro energético que aúna un momento geológico anterior, una espiritualidad invisible. La conexión entre objetos se convierte en ciencia al servicio de los ganadores. Aquellos que juntan las piezas para la posteridad generan las narrativas que prevalecen. La verdadera historia es una cuestión de agudizar los sentidos, y ser capaz de sobreponer los límites de la causalidad para entrever la experiencia sensorial que cada objeto contiene. But you can eat it (2019) by Andrés Janacua, Sol de Campinas (2021) by Jessica Sarah Rinland, Apparition (2019) by Ismaïl  Bahri, and Oneiromander (2017) by Beatriz Santiago Muñoz
  • Autohistoria: Trocitos de memoria, combinados con poesía, humor, fabulaciones, y otras formas de contar lo que a una le rodea. Un pasado cubierto de niebla que entrelaza las identidades individuales y colectivas. Desenterrando los fantasmas del pasado se entrevén las limitaciones de los paradigmas existentes, y se abren nuevos caminos de sanación, transformación y crítica cultural. The Craft (2018) by Monira Al Qadiri, The Klan comes to town (2013) by Deanne Bowen, A ritual of Metamorphosis (탈피를 위한 의식) (2019) by Heesoo Kwon, and Just Dandy (2013) by Thirza Cuthand. 

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